En breve continúa la posteada de poemas.
Hijo, casa y trabajo no me dejan margen últimamente.
Ah, y no tener internet en el laburo.
domingo, 30 de marzo de 2008
martes, 25 de marzo de 2008
4-con correcciones
Quisimos permanecer en un paisaje apenas formado
Pensábamos que se podía estar
como un árbol en medio del agua: las ramas floridas
los frutos cayendo sobre la transparencia del agua
Éste es el paraíso de lo breve. Y aunque parezca
que el tiempo no transcurre
los objetos sucumben sin remedio
a su propio, extraño, deterioro.
Quisimos permanecer en un paisaje apenas formado
Pensábamos que se podía estar
como un árbol en medio del agua: las ramas floridas
los frutos cayendo sobre la transparencia del agua
Éste es el paraíso de lo breve. Y aunque parezca
que el tiempo no transcurre
los objetos sucumben sin remedio
a su propio, extraño, deterioro.
lunes, 24 de marzo de 2008
domingo, 23 de marzo de 2008
sábado, 22 de marzo de 2008
2
Vuelvo a través de un camino empinado
subir y bajar forma parte de mi recorrido diario
sin embargo hoy me demoro por una calle plana
estoy casi en los barrios altos
la parte más pobre de la ciudad es la que brinda
la mejor panorámica, desde aquí se ven
el lago, los cerros
si estirara un poco la mirada podría ver
incluso mi casa.
Vuelvo a través de un camino empinado
subir y bajar forma parte de mi recorrido diario
sin embargo hoy me demoro por una calle plana
estoy casi en los barrios altos
la parte más pobre de la ciudad es la que brinda
la mejor panorámica, desde aquí se ven
el lago, los cerros
si estirara un poco la mirada podría ver
incluso mi casa.
viernes, 21 de marzo de 2008
Un poema por día durante 10 días
1
Algunos días, como hoy, vengo sola al centro.
Busco el espacio vidriado de un locutorio
y me quedo unos minutos mirando la calle.
Una ciudad llena de turistas es todavía más extraña a la pena.
La parte invisible del mundo, pienso
no lo inmaterial sino lo concreto desaparecido
-un hombre, una mujer, vos-
debe estar en las páginas de esta guía telefónica
en la que busco tu nombre
y la dirección en la que solía ubicarte.
Algunos días, como hoy, vengo sola al centro.
Busco el espacio vidriado de un locutorio
y me quedo unos minutos mirando la calle.
Una ciudad llena de turistas es todavía más extraña a la pena.
La parte invisible del mundo, pienso
no lo inmaterial sino lo concreto desaparecido
-un hombre, una mujer, vos-
debe estar en las páginas de esta guía telefónica
en la que busco tu nombre
y la dirección en la que solía ubicarte.
viernes, 7 de marzo de 2008
Se viene
la mujer con orejas de lobo. Un relato de última generación. Lo pensé ayer, en la Casa del Escritor (que llamaré hasta el cansancio Casa de la Poesía haste que me acostumbre), mi nuevo lugar de trabajo, inspirada por el fernet con cola.
Hoja borrador
Ser visible a medias. Dejarse ver pero no demasiado. Y no con ánimos de generar misterio. Sino más bien de estar apenas, levemente (Como dice el blog de B. Vignoli). ¿Es mejor que brillar? ¿Es otra manera de brillar? La multitud apabulla a los tímidos.
PD: ¿Hay alguien que lea completas las entradas de los blogs?
PD: ¿Hay alguien que lea completas las entradas de los blogs?
lunes, 3 de marzo de 2008
Poema
UN HOMBRE SIEMPRE ES UN TIGRE hambriento, dijiste.
Hoy pondría en duda cualquiera de tus máximas
pero hace un tiempo te escuchaba y me parecías
cauto, sabio
un cazador adiestrado en observar a su presa.
Estar del lado del ciervo no siempre implica
elegir al más desvalido.
Quién sabe si su hambre es mayor o menor a la del tigre
si está lastimado
o si tendría el coraje, llegado el caso, de derribarlo.
A fin de cuentas ciertos paisajes
no son más que un camino de tierra,
una hilera de árboles, el aire
cargado de resina y en el callejón del bosque
un animal dando vueltas en su jaula.
Hoy pondría en duda cualquiera de tus máximas
pero hace un tiempo te escuchaba y me parecías
cauto, sabio
un cazador adiestrado en observar a su presa.
Estar del lado del ciervo no siempre implica
elegir al más desvalido.
Quién sabe si su hambre es mayor o menor a la del tigre
si está lastimado
o si tendría el coraje, llegado el caso, de derribarlo.
A fin de cuentas ciertos paisajes
no son más que un camino de tierra,
una hilera de árboles, el aire
cargado de resina y en el callejón del bosque
un animal dando vueltas en su jaula.
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