miércoles, 22 de octubre de 2008

No lo digamos

Siempre he sufrido cuando me preguntan de qué trabajás, o lo que es peor: ¿vos sos.....? A diferencia del médico o el ingeniero o el docente que, si la suerte le ha sido favorable, trabaja de lo que estudia (es decir es abogado y trabaja de abogado -el verbo ser, por supuesto ,es de lo que aquí se trata), yo nunca trabajé de lo que estudié. Quizás ahora esté lo más cerca que pueda estar de que coincida mi licenciatura en letras con mi trabajo remunerado. Aunque esperemos que no sea así, de verdad. Sin embargo, hoy por hoy soy meramente una empleada. Atiendo llamadas, anoto reuniones en la agenda, paso mensajes. Por esto recibo la mayor parte del dinero a fin de mes. El resto llega de las colaboraciones.

Cuando escribo y me pagan por eso, en general son artículos que nada tienen que ver con la literatura. A veces sí. Pero no es la mayor parte del tiempo. Son historias de vida, notas de interés general que me obligan a hacer entrevistas, averguar datos. Me gusta. Sin embargo no diría: soy periodista. Me falta formación, me falta dedicación exclusiva. ¿Qué soy entonces? ¿Escritora? No lo diría tampoco. Quizás debiera, al menos para creérmelo; pero no lo diría. Como buena hija de un comerciante del Once, bien clase media no puedo evitar asociar la definición de una profesión con la del trabajo remunerado. ¿Me pagan por ser escritora? Si asocio la palabra "escritora" con la literatura, tengo que decir que no. Me pagan por estos artículos que nombraba antes, pero por las horas que paso frente a la compu escribiendo narraciones y poemas, no. Y antes de que el lector piense esta chica: al analista! (sí, hablo de estos temas e terapia), voy al grano. Nadie me paga por escribir poemas. Poemas. Aquí va la cosa.

A diario escucho que la gente dice: soy poeta. Y a nadie pareciera incomodarle la facilidad con que se suelta la frase, a modo de presentación, en cualquier encuentro. Sí, soy poeta, dice un hombre en un bar y comienza a leerme uno de sus poemas, a media voz y con la garganta quebrada. Que a uno le paguen o no por lo que hace puede ser un tema que sólo para mí sea una cuestión digna de, al menos, pensar en cuanto a definición propia. O del ser social. Y admito que me faltan elementos para llevar la cuestión al fondo. Pero, de todas maneras, un pedido: no lo digamos. Nos pone a todos demasiado cerca, demasiado en la misma línea. Gruss, Bellesi, Carrera y ¿yo? Ya sé que el yo es como el ícono de la nueva literatura. Pero mejor que sean, eventualmente, los demás los que nos definan como poetas. O que no sea nadie. Definámonos por nuestras otras actividades. Que se yo... vendedor de pinturas, secretaria, traductor, bancario, lo que sea. Si es eso probablemente lo que constituye una parte fundamental de nuestro mundo, de nuestro quehacer diario. Al menos para no ser todos tan iguales, tan poetas.

5 comentarios:

Germán dijo...

Hola!
Creo que poetas hay muy pocos, si abundan los operadores culturales que entretejen palabras y no llegan a nadie a no ser que tal nombre de "poeta destacado"lo revele como el gran secreto escondido.POETA en toda su esencia ne parece Buistrazo Ortiz, Leónidas Escudero, Daniel Durand entre los más jóvenes.Saludos.

Carolina Esses dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carolina Esses dijo...

Suprimí la entrada anterior -mía- porque me quedó una oración inconclusa. Gracias Cosmosurero por el comentario. La palabra poeta es una de las más vacías de sentido que conozco. Habría que intentar una aproximación marxista a la pregunta de por qué la gente se define por un metier por el que no le pagan. Ni siquiera la publicación de sus textos. Salvo excepciones.

paraiso garage dijo...

Hola Caro,
me dejó pensando tu comentario porque acá en La Cumbre el cincuenta por ciento de la gente se autodefine "artista",sin ningún pudor. Es decir, nadie es pintor, grabador, dibujante, fotógrafo, todos son artistas. una categoría que abarca a los poetas también!
AL pasar, cómo me gustan tus poemas. si yo tuviera que definirte a vos, diría que sos poeta, y una de las que me gustan, pero que quede entre nosotras.
un beso
Vane

Carolina Esses dijo...

Vane; feliz año! Y qué decirte... vos sos amiga. Besos y me doy una vueltita por tu blog.