miércoles, 12 de septiembre de 2007

El idilio sigue


Teníamos hora con el pediatra a las cuatro pero nos acostamos a dormir la siesta y no hubo manera de salir de la cama. Dormir como un bebé o dormir con un bebé es más o menos lo mismo. El ritmo de la respiración pequeñita, la manito que descansa sobre la otra. Hay algo que se llama simbiosis y no es bueno. Pero es imposible no sentirse a veces él, uno cierra los ojos y se va literalmente a ese sueño primero donde se trata de dejar que el cuerpo descanse, que los músculos pierdan por un ratito la tensión de tener que sostener siempre todo el día piernas, brazos. Algo de eso me debe de haber pasado hoy porque son como la seis y todavía siento en el cuerpo la modorra de la siesta. Él hace rato que juega, desprendido de aquel momento de silenciosa placidez. De eso se debe de tratar entonces, ponerle fin rápidamente a las cosas: antes dormíamos, ahora jugamos, más tarde comemos. Y el día avanza como una flecha siempre hacia adelante. Por eso aprovecho nuestros idilio del primer año. Porque sé que no es infinito pero que mientras dure podré decir que fue más que bueno.

2 comentarios:

La fragua dijo...

qué hermoso Caro!, qué tibia placidez...

Anónimo dijo...

Caro, que lindo, Lucio, ustedes...
me encantó

un beso amiga!!!