martes, 11 de diciembre de 2007

Poemas





A VECES cruzo un puente
o encuentro un claro en el bosque
de ahí surgen algunas palabras
me abrazo a ellas como a una flecha
y no me detengo hasta caer a los pies
del último árbol.
Desde ahí veo un pájaro
que podría ser un mirlo, una alondra
pero es más bien un ave tímida
que suspende su vuelo
en la observación de la rama.
Si se quedara ahí prendida de un fruto
con la mirada resuelta
fija en el color anaranjado de su asombro
¿seguiría siendo ave?
¿o sería un pájaro de piedra?
Te lo ofrecería hermana,
un pájaro mío, por algo tuyo;
canta, picotea
es un pájaro expectante de tus cuidados.

NO SOY HÁBIL para medir distancias
pero sé que entre dos piedras
colocadas una al lado de la otra
se abre el mismo vacío que entre dos acantilados.

La distancia más próxima entre nosotras
dos: el padre.
Aún así escucho que dicen
no comparten la madre
no son de la misma religión.
¿Estaremos hechas de la misma naturaleza?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

bellos poemas

Carolina Esses dijo...

Gracias K, qué velocidad, veo que estamos conectadas. Besos

La fragua dijo...

qué hermoso, caro

... sé que entre dos piedras
colocadas una al lado de la otra
se abre el mismo vacío que entre dos acantilados.

que bellos poemas

besos, muchos