miércoles, 20 de agosto de 2008

Amsterdam

¿Cuándo se escucha la voz del otro (el otro amado), en el teléfono, desde la cocina, en medio del ruido de la calle, o desde cerca, cerquísimo, acá nomás, desde dónde habla? ¿Cómo llega esa voz? ¿qué la atraviesa? ¿qué ve del otro esa voz? Es un poco la pregunta de Barthes en Fragmentos... pero a la mexicana y con una dosis de nostalgia llena del smog y los ruidos del DF. Amsterdam puede ser el país al que nunca se llega o la cabina telefónica del otro lado de la calle. Junto a Budapest, de Chico Buarque -otro de los libros que leí recientemente- éste es altamente recomendable.

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