domingo, 23 de marzo de 2008

3
La luz de la tarde desdibuja los contornos
y no se distingue el fondo de la figura que lo atraviesa.
Voy como el ciervo
la piel encrespada, el andar sigiloso
busco confundirme con el color de las cosas,
no hay nadie alrededor mío
y la noche se demora como un insecto gigante
sobre el lomo de su presa.

1 comentario:

La fragua dijo...

carito, que lindo poema, hermoso final, esa noche demorada como un insecto amenazante
me encantó